Aniversario: La historia del Comandante Orestes
Tal día como hoy, pero en 1991, el Comandante de la Fuerza Aérea Cubana Orestes Lorenzo Pérez, desertó volando en su Mikoyan-Gurevich MiG-23BN a los Estados Unidos. Después de solo unos pocos minutos de vuelo a ras del agua para evitar los radares Cubanos, pudo aterrizar en la Base Aéro-Naval de Key-West, Florida. La Fuerza Aérea Norteamericana no pudo detectar tampoco la llegada del MIG, lo que supuso una situación muy embarazosa para los responsables de la alerta temprana estadounidense, que se intentaron excusar achacando los problemas a un problema con el sistema de Radar.
Una vez en suelo Norteamericano, el Comandante Orestes pidió asilo político. Después de pasar los preceptivos controles e interrogatorios, el Comandante fue autorizado a quedarse en las Estados Unidos, pero su familia seguía retenida en Cuba. Orestes pidió por todos los medios que dejaran salir a su familia de Cuba. Durante una cumbre Iberoamericana celebrada en Madrid, en la que Castro participa, Orestes se encadena en el parque del retiro en señal de protesta. Las autoridades Españolas tratan de interceder para que la familia del Comandante sea autorizada, pero las autoridades Cubanas son inflexibles. Raúl Castro llegó a decir: "Si tuvo huevos de escaparse con un MIG, que tenga también huevos para volver a buscar a su familia".
El 19 de diciembre 1992 El Comandante Orestes regresa a Cuba en un pequeño bimotor Cessna 310 del año 1961, volando muy bajo para poder evitar los radares, aterriza en un puente conocido a lo largo de la carretera costera al este de La Habana, en el norte de la provincia de Matanzas a la hora acordada en secreto con su familia. Su esposa Victoria y sus dos hijos, Reyneil, 11, y Alejandro, 6, le estaban esperando. Orestes Lorenzo Pérez recoge su familia y vuela otra vez muy bajo para poder regresar felizmente a Miami. A su regreso El Comandante Orestes dijo: "Le tomé la palabra a Raul Castro y volví a por mi familia".
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