UFOs en el Pacífico y OVNIS en Galicia

Leía el otro día una noticia donde se relataba el encuentro de unos cazas F-18 con un OVNI. Me entretuve en su lectura porque la cosa venía de un periódico que generalmente se considera serio. En efecto, el New York Times publicó una historia que llamaba poderosamente la atención a todos aquellos que como Fox Mulder quieren creer. 

Me refiero a aquellos "absolutamente convencidos" de que existen extraterrestres y de que los ovnis han visitado la Tierra. Se trataba del programa secreto del Pentágono establecido en 2007 para investigar avistamientos de ovnis. Leí la noticia con cierto escepticismo y con una ligera sonrisa me dije: ¡Vaya, hace tiempo que no salía este tema! Efectivamente, todos sabemos que desde que existen los teléfonos móviles ya no se ven tantos OVNIS, ni tantos fantasmas, ni tanto Yeti, ni tanto fenómeno paranormal como antaño. Pero esta vez la cosa parecía distinta. Por lo visto se hicieron análisis bastante creíbles y serios, después de los cuales se divulgaron tres vídeos clasificados (Gimbal es el primero de ellos) de fenómenos aéreos no identificados (UAP) que han sido aprobados para su publicación. Este video que se muestra a continuación parece haber pasado la cadena de custodia de forma convincente.

El Departamento de Defensa de los EE.UU. utiliza un proceso especial para garantizar meticulosamente que la información y el material conservan su integridad sin revelar fuentes y métodos. Esta documentación es lo que diferencia a este metraje de todo lo que ha llegado al dominio público, al establecer su autenticidad y por lo tanto darle un enorme significado histórico. Los vídeos muestran un encuentro en 2004 de dos Super Hornets F/A-18 de la Marina sobre el Océano Pacífico con un objeto desconocido que parece desafiar las leyes conocidas de la aerodinámica. La historia del extraño encuentro circuló hace tiempo en Internet.

Si se indaga un poco en el tema la verdad es que surgen bastantes dudas. El testimonio del ex piloto de Super Hornet F/A-18 David Fravor en un principio resulta intrigante, pero en uno de los vídeos, el piloto dice claramente que se trata de un dron. ¿Por qué lo ponemos en duda si un experto aviador de la Armada describe el objeto que está siguiendo como un "avión no tripulado"? Además el objeto no parece hacer nada particularmente inusual en este vídeo. Nadie afirma que el objeto haya hecho algo inusual. El Pentágono por supuesto nunca dirá dónde y cuándo se filmó el vídeo. ¿Fue un dron? Muy posiblemente. Lejos de probar que nuestro planeta ha sido visitado por extraterrestres en naves espaciales aerodinámicamente avanzadas, los vídeos y los relatos de testigos de esta historia del Times nos deja a todos con más preguntas que respuestas.

Una historia personal

Escuadrón de Vigilancia Aérea nº10 (EVA 10) y Acuartelamiento Aéreo Barbanza
Imagen actual del EVA 10. FOTOS DEL EJÉRCITO DEL AIRE.

Para echar un poco más de leña al fuego (me lo han pedido algunos lectores del Blog) voy a relatar algo que no mucha gente de mi entorno sabe. Aunque no es nada espectacular como lo de los F-18, me llamó mucho la atención. No suelo hacer referencia a ello, y aunque ya han pasado muchos años, lo recuerdo como si fuera hoy. 

A principios de los 80 nos encontrábamos en una visita al EVA-10 en Galicia. Esta era una de las muchas actividades programas por la Escuela de Especialistas del Ejército del Aire para nuestra formación. El Escuadrón de Vigilancia Aérea número 10 entonces era la instalación más moderna de España. Está situado en el monte Iroite, en la Sierra de Barbanza, en la confluencia de los términos municipales de Lousame, Boiro y Porto do Son, todos ellos ubicados en la provincia de La Coruña. El EVA-10 tiene dos bolas inmensas visibles desde distintos puntos de Barbanza. Se trata de los radares a los cuales apodábamos jocosamente como "las pelotas de Superman". En realidad lo qué esconden esas enormes estructuras de color verde situadas en lo alto del monte Iroite es el ojo que todo lo ve. Unas antenas con un barrido de 360º en solo 10 segundos que captan los movimientos de cualquier aeronave que se adentre en el espacio aéreo del noroeste peninsular. Las antenas en realidad son un radar primario de detección y uno secundario que interroga al elemento detectado. La señal obtenida y los datos radar son enviados a un sistema encargado del procesamiento y la transmisión en tiempo real para su posterior explotación por los Grupo de Mando y Control. Los radares vigilan constantemente un área enorme y se pueden solapar con otros radares continentales de la OTAN. Los aviones detectados emiten una señal que permite al personal del EVA-10 localizarlos y conocer su procedencia y su plan de vuelo. En los pocos casos en los que las aeronaves no respondan a la llamada, se activa un protocolo que en alguna ocasión ha acabado con el envío de cazas para proceder a su identificación visual.

El día de la visita nos dieron una charla de como funcionaba todo el sistema y después nos ofrecieron un paseo por las instalaciones. En las salas de control donde se encontraban los compañeros especialistas en electrónica con todos sus ordenadores nos explicaban los pormenores técnicos, entonces la conversación derivó en el sentido de la capacidad de detección y las posibles señales falsas. Uno de los suboficiales nos contó como muy rara vez se detectaban cosas que eran de difícil seguimiento. Por lo visto en alguna ocasión los destellos de las pantallas con objetivos muy rápidos dejaban a los operarios perplejos. Cuando ya estábamos camino de otra estancia contigua uno de los operadores nos llamó con cierta agitación: "¡venid, venid, está ocurriendo precisamente ahora!" nos decía señalando a su pantalla. Rápidamente nos apiñamos alrededor de la gran pantalla con gran interés. Allí vimos una señal que cruzaba en línea recta de noroeste a sureste por encima de la península Ibérica. En solo unos pocos barridos desapareció de la pantalla. Nos quedamos impresionados, pero pronto surgieron las preguntas. "¿Qué coño era eso?" "Seguramente nada", contestaba alguno de nuestros compañeros. Otros admitían que era algo realmente extraño, porque se había descartado un mal funcionamiento del radar. La pregunta que yo hice para poder salir de dudas fue: ¿Podría haber sido un satélite? Uno de los operarios descartó que se tratara de un satélite o un meteorito. Hicieron unos pequeños cálculos y nos demostraron que la altura estaba por debajo de los 80.000 pies y la velocidad era extremadamente alta. Recuérdese que el barrido de la antena es de 360º cada 10 segundos. Con solo unos barridos y la distancia recorrida nos salía una velocidad superior al Mach 10. Esto era algo totalmente absurdo, pues todos sabíamos del SR-71 y sus velocidades. Estábamos  a principios de los 80, si no era un avión ni un satélite... ¿que podría haber sido? ¿Quizás una broma planificada de los operadores? Yo no lo sé, pero aunque me considero escéptico en estos temas creo que siempre nos quedará una pequeña duda.