Cualquier tiempo pasado... ¿Fue más barato?
Supongamos que, en una misión del “Ministerio del Tiempo“, debemos de desplazarnos a los Estados Unidos de América de 1948 y volar con las tarifas que entonces tenía la TWA. Con este curioso ejercicio mental y con un poco de ayuda del “pozo de la sabiduría” léase Internet, podremos valorar con bastante exactitud si aquello de cualquier tiempo pasado fue mejor.
En 1948 volar era no solo una forma de transporte, era un símbolo de prestigio. Nada que ver con lo que hoy se entiende por viajar en avión y muy distinto de lo que hoy hacen los que deben de ganarse la vida viajando, como George Clooney en la magnífica "Up in the Air". Basta echar un vistazo al cartel publicitario de la época para entender esto.
"Es casi como viajar en alas de un deseo... desplazarse por el eter en una de nuestras grandes aeronaves. Simplemente embarque y antes de que se pueda dar cuenta ya habrá llegado a su destino. Viajará usted de una forma tan confortable y rodeado de tanto lujo, que disfrutará de cada minuto del vuelo. La TWA trabaja para usted. En nuestras clases Skclub o Skysleeper, encontrara la hospitalidad y atención que nos caracteriza. Aperitivos, comidas, comodidad, entretenimiento con radio personal, con atención total a cualquiera de sus deseos... no nos olvidamos de nada que pueda hacer su viaje más confortable. No hay duda de que la TWA es una compañía dirigida por verdaderos aviadores. Seguramente se habrá dado cuenta de ello al observar nuestras aeronaves y nuestras tripulaciones. Para los viajeros de larga distancia, TWA ofrece ahora cuatro vuelos transcontinentales diarios. Pero no tienen usted que viajar largas distancias para disfrutar de nuestros vuelos. En nuestras rutas de corta duración costa a costa nuestra compañía ha establecido horarios para viajeros en puente aéreo. Haga uso de este servicio.... por negocios o por placer. Esté atento a las grandes novedades que esta línea aérea dirigida por verdaderos aviadores le ofrecerá en breve."
Después de este empalagoso mensaje publicitario para vendernos la imagen de la empresa y sus servicios, la TWA nos ofrece la tabla donde podemos ver los vuelos, el tiempo empleado y las tarifas.
Me tomé la molestia de buscar en Internet a como estaba el dolar en 1948 y con ayuda de una calculadora de inflación obtuve lo que se puede ver en la captura de pantalla.
...o en otras palabras un dolar de entonces equivaldría hoy en día a 10 dolares. Es decir, que los precios de la tabla que nos ofrece la TWA en su cartel publicitario quedarían en: 210. 239.5, 1050, 147 y 614.5 dolares a día de hoy. ¿Es este un buen precio hoy en día para volar esas rutas?
Me metí de nuevo en Internet y busqué estos mismos vuelos con diferentes compañías hoy. Encontré que el precio medio de estos billetes sería: 381, 330, 282, 486 y 417 dolares. Luego, tirando de hoja Excel hice esta tabla donde se pude comparar tiempo y dinero entonces y ahora:
Los valores negativos en la última columna de la tabla nos indican que el precio de 1948 es mejor (más barato por la cantidad que aparece en negativo). La gráfica se puede ver debajo.
Como se puede comprobar, solamente los vuelos de larga duración son los que salen bien parados a la hora de comparar los precios. Por un vuelo Chicago-Los Angeles hoy en día pagamos 282 dolares y en 1948 nos hubiera tocado desembolsar el equivalente actual de 1050. Esto sin tener en cuenta que hoy en día además lo hacemos 8 horas y casi 10 minutos más rápido que entones.
En los vuelos de corta duración (unas dos horas), la comparación es engañosa. Si hacemos el escalamiento del dolar a día de hoy, nos sale que los precios de hoy en día son mas caros que los que teníamos en 1948. Esto no es del todo así. En realidad hay que tener en cuenta varias cosas mas que a veces son difíciles de valorar por lo intangibles que resultan. Me refiero a la relación tiempo y dinero. Comparando todas las rutas, la ganancia de tiempo en todas ellas revela la rapidez de hoy en día. Sin embargo oculta cosas como la seguridad en vuelo. Por poner solo un ejemplo, la probabilidad de sufrir una parada de motor en 1948 era altísima con respecto a a la esperada hoy en día. sufrir una avería en el motor suponía una emergencia que obligaba al avión a aterrizar inmediatamente. Hoy en día un avión comercial puede volar con un solo motor, aunque si ocurre en medio del vuelo se debe de aterrizar lo antes posible. Hoy en día una parada total de un motor no supone que este pierda altura (Clase A performance), en 1948 un avión bimotor se venía abajo... no podía mantener altura (Clase B performance).
En el siguiente gráfico se puede comprobar la probabilidad de sufrir una parada de motor con respecto a la potencia del motor de pistones que equipaban los aviones de aquella época. Como todo el mundo sabe, la probabilidad es un número que varía entre 0 (suceso imposible) y 1 (suceso seguro), se puede ver perfectamente en el gráfico que los grandes motores tenían una probabilidad extremadamente alta de fallo.
En comparación con la tabla anterior, los modernos reactores de hoy en día no solamente son mas rápidos, sino que los índices de probabilidad de sufrir un fallo de motor son extremadamente bajos. Como se indica en el diagrama, los modernos aviones a reacción de hoy en día son 100 veces mas seguros que los de los años 50. Según cálculos realizados por expertos en seguridad aérea, un piloto que vuele este tipo de aviones durante una vida laboral de unos 35 años, nunca (en teoría) sufrirá una autentica parada de motor en vuelo (otra cosa son averías).
...y para terminar algunas consideraciones sobre el factor tiempo:
- El tiempo no se puede recuperar. El tiempo perdido nunca vuelve y el que me sobra hoy no lo puedo guardar para usarlo mañana. Esto hace que resulte más doloroso perder tiempo que perder dinero
- Como la medida del tiempo es más ambigua que la del dinero, tendemos a ser menos exigentes sobre cómo gastamos nuestro tiempo frente a cómo gastamos nuestro dinero. Esto hace que resulte más fácil que alguien comparta su tiempo con nosotros antes de que comparta su dinero
- Se trata de un elemento tangible y cuantificable fácilmente, de manera que al individuo le cuesta mucho más gastarlo
- Por esta misma razón, al hablar en términos de dinero no se genera una conexión personal entre el individuo y el producto en cuestión. Plantear la comunicación en términos de dinero hace que el individuo fije su atención en la mera posesión del bien y no en la experiencia o conexión personal que dicho bien le puede llegar a reportar
...entonces, ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?
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