Las radioayudas dentro de la PBN
Las radioayudas a la navegación aérea pueden clasificarse desde el punto de vista de su alcance como:
Corto alcance
- NDB (requiere infraestructura terrestre)
- VOR (requiere infraestructura terrestre)
- DME (requiere infraestructura terrestre)
- Doppler (sistema autónomo)
- INS/IRS (sistema autónomo)
- GNSS (sistema pasivo, requiere de una constelación de satélites)
- Sistemas hiperbólicos (requieren infraestructura terrestre)
En rojo se destacan
los sistemas que no se utilizan en el concepto de la PBN debido principalmente
a la cantidad de errores intrínsecos del sistema, a la falta de integridad o a
una combinación de ambas.
En el contexto de la
PBN no se consideran los sistemas hiperbólicos ni los que se basan en el efecto
Doppler embarcado. De la misma forma se ha descartado el uso de las estaciones
NDB por ser poco precisas y muy sensibles a los errores producidos por fuentes
externas.
Como ya se viene
diciendo a lo largo de este Blog, la tendencia general es la de usar la
navegación por satélite cada vez más.
Existe un
paralelismo entre dos de estas radioayudas que resulta muy interesante. Se
trata del sistema DME y el GNSS. Los principios de cálculo de distancia son
similares, se basan en saber cuánto tiempo le lleva a la señal radio eléctrica
en alcanzar un receptor, pero el sistema DME es activo. Esto quiere decir que
la aeronave interroga activamente a la estación en tierra, mientras que el GNSS
(GPS, por ejemplo), es pasivo. En otras palabras, la señal del GPS nos
atraviesa ahora mismo porque se emite constantemente. No somos capaces de
captarla a no ser que dispongamos de un receptor que sea capaz de captar la
señal.
En próximas entradas haré un breve repaso de las radio ayudas que forman parte de
la filosofía PBN y, aunque no son consideradas radio ayudas, veremos también el
sistema de Gestión de vuelo (FMS) y la representación electrónica de datos
(EFIS) por estar integrados con el resto de ellas.
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