¿Trafico aéreo controlado desde el espacio?
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha anunciado que su satélite Proba-V ha captado con éxito las señales de miles de aviones en todo el mundo. Las conclusiones de la misión, que en realidad estaba diseñada para la observación de los cambios en la vegetación del planeta, podría allanar el camino para un sistema más preciso control del tráfico aéreo.
Desde su lanzamiento en 2013, la sonda ha recogido más de 25 millones de señales de más de 15.000 aviones. Aunque los equipos están todavía en el proceso de corroborar los hallazgos con grabaciones en tierra, las detecciones sirven como prueba conceptual, lo que demuestra la viabilidad de utilizar constelaciones de satélites orbitando la tierra para la monitorización y control de los aviones comerciales.
Las detecciones de las señales fueron posibles gracias a un receptor colocado a bordo del satélite por el DLR y SES TechCom, diseñado para recoger señales procedentes de las aeronaves que lleven equipos transmisores de vigilancia dependiente automática (ADS-B). Estos equipos son obligatorios en todas las aeronaves que operan en el espacio aéreo europeo.
Las señales ADS-B no fueron diseñadas para ser detectadas desde el espacio - en realidad las transmisiones son hacia abajo en dirección a la tierra en lugar de ser una señal omnidireccional, esto podría haber sido un problema para un aparato en órbita, pero parece ser que los satélites han captado bastante bien las señales. En la actualidad, el sistema está en mejores condiciones para detectar aeronaves que transportan determinadas marcas y modelos del sistema ADS-B, pero ya hay gente especialista en el tema que está trabajando activamente para mejorar las capacidades del receptor.
El proyecto está en gran parte focalizado en el mapeo de las zonas del planeta que actualmente no están dotadas de cobertura radar. Sin embargo, su precisión también podría permitir a los controladores aéreos reducir la distancia mínima entre aeronaves en espacio aéreo densamente poblado, aumentando de forma segura la capacidad de tráfico aéreo.
Para confirmar la precisión del sistema, tanto SES como DLR están colaborando con los proveedores de servicios de navegación aérea en diversos países para comprobar las estadísticas de Proba-V comparándolas con las posiciones de las aeronaves registradas desde el suelo.
El único satélite Proba-V que se ha lanzado puede cubrir una superficie de alrededor de 1.500 x 750 km en un momento dado, lo que significa que para proporcionar una cobertura ininterrumpida se necistarian bastantes más satélites (¿más basura espacial?)
Parece probable que esta tecnología podría ponerse en práctica en un futuro próximo, con receptores operacional ADS-B transmitiendo señales a los satélites de la constelación comercial Iridium programados para comenzar su lanzamiento en 2015.
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