Nuevas tecnologías para facilitarnos la vida

Esta semana me encuentro dando clase en el centro de entrenamiento de Lufthansa en Viena. El hotel donde nos hospedamos no está mal. Se trata de un NH que está muy cerca de la terminal y es bastante cómodo. Recientemente han hecho una renovación de las habitaciones y de los ascensores para que nos sintamos más cómodos. La idea, como casi siempre, es buena. La práctica no tanto. Los ascensores ahora no tienen botones dentro. Para poder subir a las habitaciones hay que seleccionar previamente el piso en una pantalla táctil muy moderna que hace de interfaz en la entrada de los ascensores.



No es la primera vez que veo este tipo de sistemas en un hotel. El problema es que el diseño no es bueno. Alguna vez ha ocurrido que cuando ya estoy dentro, llega gente con maletas y con prisa y se mete antes de que se cierren las puertas. Una vez en el interior se miran sorprendidos, pues no saben que ya no pueden seleccionar su planta. Deben de bajarse en la mía y volver a la suya. El sistema además no es nada intuitivo y necesita de un papel explicativo tal como muestro en la foto. Esto, en mi humilde opinión, es sencillamente inaceptable. Si tienes que explicar algo tan sencillo como pulsar el botón de un ascensor para ir a tu piso la cosa es ridícula e innecesaria.

No es la primera vez que los "genios" de la informática y el diseño "inteligente" quieren hacer nuestra vida más fácil. Me he encontrado en mi trabajo de instructor con muchos diseños que son de juzgado de guardia. Hace años, en Taiwan vi un ascensor en el que pasaba algo parecido a lo que se puede ver en el vídeo... Está en inglés, pero se entiende de sobra y no tiene desperdicio


Lo mismo ocurre en el modernísimo centro de entrenamiento donde imparto mis clases. Un edificio "inteligente" al que los "genios" olvidaron poner persianas una vez terminado... resultado: no puedo proyectar una presentación de PowerPoint como es debido. Debajo se puede ver la cerradura electrónica de la puerta de las clases.


Hay que identificarse primero para poder obtener la tarjeta de acceso. Luego hay que pasarla por la cerradura hasta que se escucha un pitido y ya se puede girar el pomo cilíndrico para quitar el pestillo. Una vez desbloqueado se puede abrir normalmente. El sistema es engorroso y en ocasiones funciona mal porque la pila que lleva dentro del pomo se ha agotado y tienes que acabar llamando a los de mantenimiento para que te la abran. Son ganas de reinventar la rueda. La llave, señores, hace años que funciona sin problemas.

Yo soy de los que opinan, y lo digo que sin ningún rubor, que esto del Internet de las cosas es una gran estupidez (como lo del coche eléctrico y/o autónomo). Quizás piense el modernista que soy un dinosaurio. Pero quisiera ver yo al moderno correr a su casa porque tiene un apretón y a la hora de intentar abrir su cerradura electrónica con su iPhone ve con horror y desesperación que sus esfínteres no aguantan más mientras lee que el sistema está inoperativo hasta que se haga el "software upload".

Las cosas son eficientes cuando funcionan. Una cosa es útil en la medida en la que yo la necesite. Señores diseñadores, no me instalen cosas que no necesito y que además dan problemas. By the way, ...esto también va por los ingenieros aeronáuticos y sus manías de automatizar nuestros aviones. No debemos aceptar alegremente cualquier cosa que nos quieran vender.


Comentarios

  1. Hola Manolo, a pesar de estar posteado cómo humor, particularmente lo considero un drama. No soy ingeniero, pero sí que he desarrollado proyectos de todo tipo de reparaciones y modificaciones en mi campo de trabajo con unas premisas muy claras: robustez, manejabilidad y economía.
    Cuando veo cosas cómo las que has presentado pienso en ergonomía, redundancia y seguridad. Creo que nos pasamos de modernos ( y que conste que el futuro de la automoción será algo parecido al Scalextric, pero esto es otra historia... quita ruedas y pon alas, el que avisa no es traidor.). Saludos

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    Respuestas
    1. Efectivamente querido amigo, es un tema realmente serio, aunque aquí quise quitarle un poco de hierro a la cosa haciéndolo en plan jocoso. Pero efectivamente, es un tema reccurrente y casi una cruzada particular. Nos guste o no, nos dirigimos irrevocablemente a un futuro de coches y aviones como los que comentas. Gracias a Dios que solo me quedan unos cinco años para retirarme... en mi casa pienso tener cosas del siglo XX que funcionaban a la perrfección y que seguro que seguirán funcionando muchos años ;)
      Saludos cordiales desde el aeropuerto, ya de vuelta a Madrid.

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