Evolución del diseño en aviación comercial



En los años 30 y 40 no era infrecuente encontrar aviones que requerían de hasta 5 personas dentro de la cabina de vuelo para su operación. En su concepción más extrema la tripulación se componía de Piloto, Copiloto, Ingeniero de vuelo, Navegante y Operador de Radio.

Entre los 40 y 50 se produce una mejora importante en los aparatos de radiotelefonía, debido a lo cual los Operadores de Radio empiezan a salir de las cabinas.

Ya en la década de los 60 los aparatos de navegación se perfeccionan y se integran en la cabina. Se introducen de los modernos sistemas de navegación inercial, y los sistemas de navegación de largo alcance LORAN (long range navigation), OMEGA, etc. El piloto aprende a manejar estos equipos y el navegante se considera superfluo.

En los 70 se mantiene al ingeniero de vuelo en los grandes y complejos aviones comerciales, pero cada vez se simplifican más los sistemas, de esta forma, se utilizan automatismos basados en puertas lógicas que hacen más fácil las operaciones en cabina. En la década de los 80 se introducen los ordenadores y a mediados de esa década se empiezan a ver modelos con las primeras pantallas tipo CRT (Cathod Ray tube) en lugar de los viejos instrumentos. Estas cabinas son también llamadas cabinas de cristal (“Glass Cockpit”) traducido directamente de la terminología inglesa.

Como consecuencia de la implantación de los ordenadores, la automatización y simplificación de las tareas dentro de la cabina de vuelo, parece que es evidente la salida del Ingeniero. No obstante, la carga de trabajo del piloto es todavía significativa y debido a ello se diseñan las pantallas con páginas sinópticas para el seguimiento y solución de averías. Con todo ello y con la simplificación de las listas de comprobación (Check lists) se fuerza la salida del Ingeniero y se incrementa la responsabilidad del piloto que ahora tiene que saber un poco más sobre los sistemas que va a operar.

La evolución continua con nuevas mejoras simplificando al máximo la carga de trabajo del piloto. Se diseñan nuevas pantallas, sistemas de presentación de datos, se hacen grandes esfuerzos de integración de toda la información disponible y de la mejor forma de gestionarla.

Cuando se tiene acceso a la cabina de vuelo del EMBRAER 170-190 uno se encuentra con todos estos avances. La mayoría de las situaciones anormales se pueden gestionar con una reducida carga de trabajo y la electrónica que incorpora se hace cargo de los automatismos del sistema. El EMBRAER 170-190 está altamente automatizado y ello hace que los pilotos que lo operen deban de estar mucho más capacitados técnicamente.

Hoy en día ya es técnicamente posible efectuar todo un vuelo desde tierra sin necesidad de pilotos en la cabina. Sin embargo, aún mantendremos la tripulación Piloto/Copiloto durante algunos años más. Después de volar en el EMBRAER 170-190 la impresión que se tiene es la de que este será el último avión pilotado por dos personas. Si la tendencia continua la siguiente generación de aviones será operada por un único tripulante, o quizás por un piloto y un perro como se cuenta en el famoso chiste: La función del piloto será dar de comer al perro y la función del perro será la de morder al piloto cuando este intente tocar algo.

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