El setup de Winwing visto por un aerotrastornado


Antes de empezar esta entrada para el blog de mi amigo Manuel (O'Terror do Cumulonimbo) voy a empezar presentándome para que conozcáis un poco de mi persona y sobre todo explicando lo que NO soy, para sentar las expectativas correctas.

Mi “callsign” es Flanchi y no soy piloto comercial, aunque he tenido trato con muchos de ellos, alguno incluido en mi familia, comandante de Iberia, y que fue quien me introdujo el gusanillo de la aviación. Tampoco tengo el título de piloto privado, aunque he tenido la suerte de poder volar con algunos amigos en aviones Cessna, Piper y Tecnam. Tampoco me dedico de manera profesional al mundo de la aviación, aunque tengo la suerte de contar con amigos que me han invitado a volar en simuladores de vuelo de categoría Delta (cuyas horas de vuelo cuentan cómo horas de vuelo en el aparato real). Tampoco soy piloto militar, aunque he podido pilotar simuladores de vuelo militares y aprender de primera mano cuales son las sensaciones que ofrecen los mismos. Tampoco soy escritor (aunque es cierto que publicaron un par de libros míos hace años), por lo que, sintiéndolo por mi anfitrión, seguramente baje en varios puntos el gran nivel que tiene este blog.

¿Qué es lo que soy entonces? Uno más de los miles de aerotrastornados que hay en la comunidad de la simulación en España. Llevo “volando” simuladores de vuelo desde el lanzamiento de Solo Flight en Commodore 64 (Micropose), donde un par de pixels eran las ruedas del avión, y un triángulo las montañas. Luego multitud de simuladores pasaron por mis manos, por centrarme en los últimos que más tiempo he dedicado: FSX, Prepard 3D, X-Plane 11, DCS y Flight Simulator 2020, en los que acumulo literalmente miles de horas de vuelo, y también de euros, si contamos los diferentes módulos y equipos que he ido utilizando para mover semejantes monstruos, tradicionalmente los simuladores de vuelo son consumidores de TODOS los recursos del ordenador, y necesitas de lo más potente para poder moverlos con cierta dosis de realismo. Como he dicho anteriormente, mi experiencia en la simulación no se queda en la simulación “casera”, he tenido la suerte de probar simuladores profesionales y militares, lo que me ofrece una buena perspectiva a la hora de comparar sensaciones.

Hasta hace unos años, siempre volé mis simuladores en monitores, con el Joystick o Yoke donde se podía, porque en mi casa no tengo la infraestructura ideal. Hasta que la realidad virtual se cruzó en mi camino, y me ofreció un grado de inmersión desconocido por mi hasta ese momento, teniendo en cuenta la simulación que practicamos el 99% de los usuarios de los simuladores. La realidad virtual ofrece como digo una inmersión brutal, pero por otro lado te exige muchísima más potencia de equipos y te aísla demasiado del mundo exterior, convirtiéndose en misión imposible meter una contraseña, apuntar unas coordenadas o una frecuencia de radio, pero es como me gusta volar a mí y como está construido mi setup, minimalista para facilitar el uso con la VR.

Hace cosa de un año tuve la oportunidad de entablar conversación con Manuel y los amigos del podcast de RACV, a los que desde La Fundación (escuadrón virtual al que pertenezco) organizamos unas sesiones de vuelo Online, en las que les demostramos las capacidades del simulador como plataforma y como el vuelo en red extendía las posibilidades del vuelo en solitario, añadiendo una capa de realismo y diversión. Fue además el comienzo de una gran amistad. A partir de ahí, tuve mucha relación con Manuel, y seguí muy de cerca su evolución con DCS, sus progresos en el simulador, y sus adquisiciones de Hardware, que voy a comentar hoy.

SENSACIONES DEL SETUP

Los detalles técnicos sobre el setup que voy a comentar los conocéis de la mano de Manuel, por lo que no me explayaré en los mismos, yo me voy a centrar en las sensaciones que transmite para un usuario de simuladores como yo, que creo que puede representar bien a la comunidad.

El primer punto que quiero comentar es el PC y monitor que son el punto de partida de este setup. El PC es una bestia parda capaz de mover DCS a más de 150fps de manera sostenida, y esto hace que la experiencia sea inigualable en cuanto a calidad gráfica (toda la que puede ofrecer DCS) y en cuanto a experiencia de vuelo, ya que la fluidez en la que desarrolla la simulación ayuda en gran parte a la inmersión, esto va en conjunto con el monitor, que al ser en formato ultra wide y además curvo, permite tener un punto de vista muy similar al que podrías tener con unas gafas de realidad virtual, pero con la enorme ventaja de la resolución y calidad que ofrece la potente tarjeta gráfica instalada (Nvidia 4090). Aquí si pongo un “pero” a la experiencia, debido a que acostumbro a volar e VR, se me hace “pequeño” el formato del monitor, con un campo de visión muy limitado en lo vertical. Esto, como digo, es muy personal y subjetivo, para cualquiera que esté acostumbrado a volar con un monitor, será todo lo contrario, porque tendrá su misma visión, pero extendida en sus laterales.

El segundo punto importante de cualquier setup es el HOTAS, y comienzo por su palanca de mando, en este caso hablamos de una réplica del F-18 fabricada por Winwing y que replica de manera exacta la real, por lo que es perfecta para “conectar” con la cabina que se pretende simular en este setup. Es perfecta, y además dispone de un extensor que hace que la sensación de vuelo sea muy superior al Joystick que casi todos utilizamos, eliminando la necesidad de curvas, y aplicando un control muchísimo más realista. Es cierto que hay un par de detalles a comentar, uno de ellos de nuevo subjetivo, es de plástico y creo que esto le quita un poco de realismo, o quizá es que estoy muy acostumbrado a mi Warthog. El otro detalle si es más importante, y es un poco contradictorio, aunque el extensor le da a la palanca mayor suavidad de manejo, y hace que se parezca más al manejo real, lo cierto es que hace que el mando quede muy blando en su uso, no hay casi resistencia, lo que resta en la simulación al no tener que hacer ni el más mínimo esfuerzo para mover la palanca. Según me comentó Manolo se puede modificar manipulando los muelles de la base del Joystick, si es así, genial, ya que actualmente, transmite pocas sensaciones.

La segunda parte del HOTAS es el acelerador, y el conjunto de interruptores que lo acompaña, en este caso, de nuevo de la marca Winwing, y réplica exacta de la cabina, aunque con algunas licencias para incorporar algunos elementos más de los que corresponden al panel izquierdo, son algunos elementos del panel derechos incorporados en el lado izquierdo (batería, generadores y alguno más), se agradece que se tomen esa licencia en pro de una mejor funcionalidad. Las sensaciones de este bloque del acelerador son espectaculares, tamaño real, control de fricción, retroiluminado, con todos los interruptores. Alguna pega que se le puede poner, y esto ya es afinar mucho, es que el funcionamiento de los interruptores no siempre es tal y como está pensado en la cabina del F-18, y es así porque algunos de esos interruptores tienen muelles para devolver la palanca a su posición original pasado cierto tiempo, algo que se hace de manera electromecánica en el real, y que por tanto no puede replicarse 100% por lo que es una pega “menor” en todos los sentidos.

Sigo por los pedales, unos Thrustmaster de primera calidad, que funcionan perfectísimamente, y su kit con amortiguador mejora aún más la experiencia. Unos buenos pedales son básicos para el manejo del simulador de manera realista, ¡me encantaría probarlos con algún heli!

Creo que estos elementos son los básicos de cualquier simulador, que en este caso se encuentran elevados a la máxima potencia, imposible que defrauden a cualquier aficionado a la simulación (especialmente de la militar, y especialmente del F-18).

A partir de aquí entramos a comentar el resto de los elementos que no forman parte de un setup “habitual”, y que está compuesto por el MIP, un elemento pensado para dotar de realismo y construir todos los elementos adicionales que hacen que la experiencia sea magnífica. Primero porque está construido con calidad, sus interruptores, botones, pulsadores, retroiluminación, el tacto… todo PERFECTO. Las pantallas funcionan como extensión del escritorio y deben configurarse con anterioridad, pero se encarga de todo el software de Winwing, por lo que es algo sencillo. De nuevo, quiero centrarme en la experiencia que me ha transmitido, no en los detalles del propio MIP, que están perfectamente explicados en el este blog.

Las pantallas merecen mención especial, ya que multiplican y facilitan la experiencia de vuelo, funcionan de manera muy suave y fiable, representando el mismo contenido que los MFDs, de manera realista… verlo “en funcionamiento” es una delicia. Las botoneras, aunque no son 100% realistas, pero funcionan muy bien.

El UFC es otro elemento a comentar, al igual que las pantallas ofrecen un acceso a todos los elementos del mismo de manera realista y sencilla de usar. De verdad que dejar de utilizar el ratón (o controladores de VR) y tocar los elementos de la cabina es un game changer.

El setup finaliza con un sistema de sonido a la altura de las circunstancias (que pondría más cerca de la cabeza, para una mayor sensación), un sillón anatómico y el famoso “vibraculos” que se encarga de transmitir las sensaciones que el hardware estático no puede transmitir, el siguiente nivel es una plataforma en movimiento… pero vista la trayectoria de Manuel… ¡no descarto nada! 😊

EXPERIENCIA DE VUELO

El MIP, configurado teniendo en cuenta las medidas reales del F-18, en conjunto con los elementos básicos del F-18 (HOTAS), hace que volar este avión en el simulador, sea una experiencia totalmente diferente y que facilita en todos los sentidos el uso del avión… olvídate del ratón, olvídate de los controladores de VR… lo tienes todo delante y al alcance de la mano… esto da una inmersión en la simulación que nunca había experimentado, y facilita el uso del avión, sobre todo porque no existe esa sensación de “meter la cabeza en la cabina”, tienes todo el conjunto a la vista.

La experiencia comienza por “entrar en cabina”, y al igual que sucede en simuladores reales, o en el propio avión, hay que “ver con cuidado” donde pisas y donde te agarras… hay que entrar físicamente en la cabina, y eso ya me gusta, porque te va metiendo en el papel.

Después de la puesta en marcha del simulador y el software que lo acompaña, ya sentados en cabina notas que todo está donde tu mente lo ha ido imaginando estos años… todo lo que has visto de manera virtual en la cabina del F-18 ahora lo ves real… y casi se salta una lágrima… porque tu cerebro ya no imagina la cabina… está ahí…

Llega la puesta en marcha del aparato… hay algunas limitaciones por culpa del hardware, otras por culpa del software, y otras porque todos estos elementos no representan el 100% del avión… por ejemplo… no se visualiza el totalizador de combustible, y hay que jugar con las vistas para poder ver según que cosas o estados de los botones, hay una seta en el Joystick para esto… pero le quita realismo. La gestión de las vistas, de hecho, es lo único que me hizo la experiencia un poco menos exitosa, acostumbrado, como ya he mencionado, a la VR… TODO está en su sitio… aquí hay algunas cosas que hay que buscar con las vistas y rechina un poco con respecto a la experiencia en general. Otro aspecto que le resta puntos es que debido a bugs no es posible disponer de sólo el visual en el monitor, se debe mostrar la cabina en el monitor, esa duplicidad (real + virtual) resta puntos, pero es necesaria, de lo contrario, hay elementos que se desactivan del hardware, como el UFC, o la imposibilidad de repostar. Una autentica pena, pero que espero que se resuelva en el futuro.

Esto que he dicho en las últimas líneas SE OLVIDA automáticamente cuando te pones manos a la obra y empiezas a interactuar con el HOTAS y el MIP, siendo una interacción totalmente intuitiva y sencilla. El uso de las pantallas multifunción es espectacular, levantar el tren tirando de la palanca, actuar sobre los controles de potencia con un recorrido igual al real, el uso de la palanca con el extensor, que ofrece un control extra sobre los mandos. Pude realizar varios vuelos de prueba aterrizajes, despegues, incluyendo repostaje aéreo, que sin las VR se me hacía raro… pero que en este setup, se realiza sin el más mínimo problema.

CONCLUSIÓN

Tengo que agradecer una vez más a Manolo su amabilidad al invitarme a su casa para probar este MAGNÍFICO setup, una delicia para el 99,9% de los amantes de la simulación, un sueño mara muchísimos de nosotros.

¿Es perfecto?

La respuesta es muy clara… no es perfecto, por el mero hecho de que estamos hablando de un conjunto, caro en lo que se refiere a uso personal, pero imposible de comparar en precio o prestaciones con un conjunto profesional de simulación… y creo que esto tiene lógica, es decir… partimos de una base que es el simulador (DCS) a la que se añaden componentes para aportar realismo, pero el simulador es el que es… y por mucho que pongamos encima, seguirá siendo el que es, con las carencias y virtudes que ofrece un sistema de simulación basado en DCS (que es gratuito) y el módulo del F-18 (un amigo acaba de comprarlo, junto al Super Carrier, por 32$ en las rebajas de DCS). Todo lo que hay por encima del simulador son capas que ayudarán a mejorar la experiencia, pero el simulador seguirá siendo el mismo. Lo que si es cierto es que es muy dependiente de como está construido el módulo que se quiere simular, y en el caso del F-18 hay algunos defectos muy palpables, que esperemos se solucionen con actualizaciones futuras del modelo de vuelo y diferentes sistemas.

¿Es disfrutable?

La respuesta de nuevo, al menos para mí, de nuevo es muy clara… SI es MUY DISFRUTABLE, porque pese a que hay algunos elementos que le restan puntos, la cantidad de capas que hay sobre la base (el simulador) hace que la experiencia sea INCREIBLE (teniendo en cuenta que hablamos de un simulador en casa, no de uso profesional, y por supuesto ni punto de comparación con el avión real, pero creo que esto es comprensible. Es muy cierto que cada uno disfruta de la simulación a su manera, hay que se fija más en unos aspectos, y quien se fija más en otros, en mi caso me centro en disfrutar del mismo a través del diseño de misiones, el vuelo en grupo con mis amigos, la inmersión en el simulador… y aquí estoy hablando de mi experiencia, por lo que me reafirmo en lo muchísimo que disfruté con este setup.

¿Qué tiene de bueno y de malo el setup? (que además es lo mismo)

Quitando algunos bugs que he comentado, y a los que no les doy mayor importancia, lo bueno y lo malo tienen algo en común, y es que estás en la cabina de un F-18. Si vas a centrarte en este avión, creo que es PERFECTO, y si dispones del dinero suficiente como para adquirir los elementos, y el especio suficiente para montarlo, lo vas a disfrutar muchísimo. Pero si es cierto que te obliga a centrarte en un modelo, no dispones de flexibilidad para volar otro, bueno no es que no dispongas de esa flexibilidad (no olvidemos las HP Reverb G2 con las que cuenta este setup y que permite que te metas en cualquier cabina), es que no le sacarías nada de provecho al MIP, las medidas del simulador, y gran parte de la experiencia que te ofrece el conjunto. En mi caso, y se que esto tampoco es lo correcto, vuelo muchos módulos muy diferentes, por lo que la VR es para mi una solución muy adecuada, pero si te centras en el F-18, creo que la experiencia es INSUPERABLE.

Le doy la enhorabuena a Manuel por el trabajo que le ha puesto a este simulador y los resultados que ha obtenido, y deseo enormemente que sea capaz de encontrar los puntos necesarios para poder disfrutar del mismo, porque la base que tiene es fantástica.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Neumáticos de avión: mucho más que caucho

El MAC o cuerda aerodinámica media

Sistema de detección de fuego y extinción