La rotación de la Tierra en el vuelo

Una de las cosas que suelen decir los "terraplanistas" es que la Tierra no está en rotación. Si eso fuera cierto los aviones tardarían distinto tiempo en llegar a su destino dependiendo de si se movieran a favor o en contra de la rotación del planeta. Por lo general, y si descontamos las corrientes de aire, los vuelos suelen durar lo mismo en sentido este que en sentido oeste. Según estos iluminados ello prueba que la Tierra no rota. 

Lo que sucede es que desconocen es la física básica. Veamos el ejemplo del pasajero en el avión. Imaginemos un pasajero que se encuentra en el pasillo del avión que vuela a 800 km/h. Si el pasajero da un salto es evidente este no sale despedido a esa velocidad hacia atrás. 


Lo que sucede es que vuelve a caer en el mismo sitio.


¿Y cómo puede ser, si el avión se está moviendo a 800 km/h? Pues porque los pasajeros que van a bordo también se están moviendo a 800 km/h junto con él. Por lo tanto, aunque desde nuestro punto de vista en el interior del avión nos parezca que el pasajero da un salto vertical normal y corriente en el mismo punto del avión, durante el momento que ha estado en el aire se estaba moviendo respecto a la superficie de la Tierra, describiendo una parábola a la misma velocidad que el avión. En otras palabras: se cae sobre el mismo punto del avión, pero en un lugar diferente de la superficie del planeta.


Esto es debido al movimiento relativo: parece que el interior del avión está quieto porque todo lo que hay en él se mueve a su misma velocidad pero, en realidad, se estás moviendo a 800 km/h respecto a la superficie terrestre.

Ahora supongamos que nos colocamos en un extremo del pasillo y empezamos a correr hacia el extremo opuesto. Si pensáramos que al correr en la dirección que se mueve el avión, llegaremos mucho más rápido porque el movimiento del avión nos impulsa es un gran error. El avión se está moviendo en la dirección del otro extremo del pasillo al mismo tiempo, es decir, también se está alejando de nosotros a la misma velocidad.

Por tanto, como el suelo sobre el que corremos se mueve a la misma velocidad, no vamos a cruzar el pasillo antes por movernos en una dirección o en otra. De hecho, esta misma regla es el motivo por el que viajar hacia el este o el oeste no hará que lleguemos antes a nuestro destino. 

Los aviones no se mueven a través del vacío, sino que se «apoyan» sobre el aire de la atmósfera para sustentarse durante el vuelo. A su vez, la atmósfera también da vueltas alrededor de la Tierra a la velocidad a la que lo hace la superficie sobre la que se encuentra, si esto no fuera así, las consecuencias serían catastróficas. Por tanto, por mucho que un avión se empeñe en desplazarse hacia el oeste, la atmósfera que está atravesando lo arrastrará hacia en dirección contraria durante todo el trayecto igual que lo haría el suelo del avión en el ejemplo, de modo que viajar en esa dirección no hace que llegues más rápido a tu destino.

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