Probabilidad de derribo (Pk)

Si bien es cierto que las guerras hay que acabar ganándolas en tierra, no es menos cierto que un paso previo sine qua non es obtener la supremacía aérea. Curiosamente, en cualquier conflicto armado, los aviones son los objetivos más difíciles de eliminar pero más fáciles de destruir. Incluso los aviones menos capaces pueden alcanzar velocidades muy altas, maniobrar con agilidad y alcanzar grandes alturas. Sin embargo, incluso el avión más robusto es intrínsecamente frágil: la estructura es ligera, el fuselaje delgado y el interior se encuentra abarrotado de delicados sistemas electrónicos, hidráulicos y mecánicos; combustible altamente volátil; y un piloto cuya única "armadura" personal es un traje de vuelo de tela y un casco de plástico. A diferencia de un edificio, barco o vehículo terrestre, un avión no puede ser "blindado" contra el fuego enemigo, excepto en formas limitadas (ver el A-10 debajo) y con un coste terrible en el rendimiento. Su mejor defensa es su habilidad para evitar ser alcanzado (maniobras evasivas, contramedidas y alerta con el RWR); Cuando esa defensa falla y un proyectil impacta, el daño es prácticamente seguro.


El Fairchild-Republic A-10 Thunderbolt II es un avión de ataque a tierra diseñado para el apoyo cercano. Está especializado en ataque a carros de combate y vehículos blindados. Este destructor de tanques dispara balas incendiarias y perforantes de 30 mm de uranio empobrecido gracias a su cañón rotativo GAU-8. Este formidable avión de ataque...

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