Visión de futuro
«La imaginación popular muy a menudo se inflama con la imagen de gigantescas máquinas voladoras que van a grandes velocidades a través del Atlántico, transportando innumerables pasajeros de manera análoga a nuestros modernos transatlánticos... Creo que no me equivoco al afirmar que tales ideas son por completo ilusorias, y que incluso aceptando el hecho de que una máquina pudiera conseguir transportar a uno o dos viajeros, el precio resultaría tan elevado que nadie, excepto los capitalistas que lograsen poseer su propio avión, podría volar.
Otra tontería popular es esperar que llegue a obtenerse una enorme velocidad. Debe ser recordado a tal efecto que la resistencia del aire es proporcional al cuadrado de la velocidad y el trabajo, al cubo de la misma. Si con 30 HP podemos alcanzar actualmente una velocidad de 40 millas por hora, para poder lograr las 100 millas por hora deberíamos emplear un motor capaz de obtener una potencia de 470 HP... Por ello resulta claro que nuestras máquinas actuales no tienen la menor esperanza de poder competir jamás en velocidad con nuestras formidables locomotoras o nuestros modernos automóviles.»
Esta fue la declaración del famoso astrónomo William H. Pickering al poco informado vulgo algunos años después de que los primeros aeroplanos hubieran empezado a volar. Cuando falleció en 1938, a la avanzada edad de 80 años, el profesor Pickering había visto aviones que volaban ya a gran velocidad con motores de 400 HP y transportaban una cantidad mucho mayor de «uno o dos» pasajeros.
No fue el único en meter la pata. Eminencias mundialmente reconocidas, como William Thomson (Lord Kelvin), presidente de la Royal Society dijo en 1895 cosas como: “Es imposible que existan máquinas de volar que pesen más que el aire”. Otras perlas del eminente científico fueron memorables. En 1896, rechazó una invitación a ingresar en la Sociedad Aeronáutica, escribiendo que "No tengo ni una molécula de fe en la navegación aeronáutica, aparte de pasear en globo aerostático o la expectativa de buenos resultados para algunas de las pruebas de que tenemos noticias.” Y en una entrevista para un periódico en 1902, predijo que "Ningún globo ni avión tendrá éxito en la práctica."


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