Efemérides aeronáuticas: Pa' chulo yo (Thomas Fitz)
Un ejemplo de lo que los antropólogos llaman relativismo cultural. En mi tierra (Asturias) se dice que uno es un auténtico babayu cuando se pavonea o fanfarronea delante de los amigotes con un vaso de vino o "sidrina". Esto mismo es lo que les debió de parecerles a los neoyorquinos que se encontraban en el Bar situado en la avenida St. Nicholas, cerca de la calle 191, al norte de Manhattan en el año 1956.
Todos, incluido el dueño del local, miraron con desdén al intoxicado aeronauta. Se trataba de un voceras llamado Thomas Edward Fitzpatrick (apodado Thomas Fitz). Nuestro amigo tenía una kurda de campeonato y debía de ser muuu babyu, porque con la merluza que llevaba se apostó algo a que era capaz de volar desde New Jersey a New York en menos de 15 minutos.
Ante los consabidos ¡Anda ya! o ¡Vete a esparragar! en inglés, nuestro héroe contestó también en inglés con lengua de trapo ¡Oz vaiz a enterá todoz vozotroz! Dicho y hecho. Thomas salió haciendo eses del bar y después de pedir perdón a una farola (la confundió con una señorita con la que tropezó) se plantó a las 3 de la mañana en el aeroclub de Teterboro en New Jersey. Allí, completamente beodo, robó una avioneta de la escuela de pilotos y la hizo volar (nadie sabe cómo) sin radio ni luces hasta Nueva York. Nuestro héroe aterrizó la avioneta (tampoco se sabe cómo) en la misma calle enfrente del bar. El dueño del avión quedó tan impresionado que se negó a presentar cargos, y Fitzpatrick fue multado solo con $1000 por su maniobra. Creemos que debió de sacar más dinero con la apuesta, como el del famoso chiste del que siempre ganaba a las apuestas.
Ante los consabidos ¡Anda ya! o ¡Vete a esparragar! en inglés, nuestro héroe contestó también en inglés con lengua de trapo ¡Oz vaiz a enterá todoz vozotroz! Dicho y hecho. Thomas salió haciendo eses del bar y después de pedir perdón a una farola (la confundió con una señorita con la que tropezó) se plantó a las 3 de la mañana en el aeroclub de Teterboro en New Jersey. Allí, completamente beodo, robó una avioneta de la escuela de pilotos y la hizo volar (nadie sabe cómo) sin radio ni luces hasta Nueva York. Nuestro héroe aterrizó la avioneta (tampoco se sabe cómo) en la misma calle enfrente del bar. El dueño del avión quedó tan impresionado que se negó a presentar cargos, y Fitzpatrick fue multado solo con $1000 por su maniobra. Creemos que debió de sacar más dinero con la apuesta, como el del famoso chiste del que siempre ganaba a las apuestas.
Dos años más tarde y también como una cuba, Fitzpatrick se metió en otra discusión. Completamente cocido le contó la historia al dueño de otro bar. Este no creyó palabra de la historia tan exagerada que relataba Fiz. La discusión subió de tono y después de puñetazo en la barra y un ¡mecaguntoloquesemenea! Fiz frunció el entrecejo ("frowning the entrecejo" en inglés inventao de José Mota).
Salió del bar, volvió a Teterboro ...y lo hizo de nuevo. Esta vez estuvo preso 6 meses. ¿Qué se puede esperar de un tipo que luchó con valor en dos guerras (en la II y condecorado en la de Corea)? Pa'chulo él. En la foto Fiz es de la izquierda, ¿no le recuerda un poco querido lector al colgado Donald Sutherland de Los violentos de Kelly? Fiz murió de cáncer en 2009 a los 79 años. En su honor hoy en día existe un cocktail llamado "Late Night Flight".





😂😂😂😂😂😂 ¡¡¡Que grande este tipo!!!
ResponderEliminar:)
EliminarHola don Manuel, me alegra volver a leerle por aquí.
ResponderEliminarUna historia muy buena contada con mucho sentido del humor. Me recuerda la de aquel joven alemán que cruzó con su avioneta el telón de acero y aterrizó en la mismísima Plaza Roja. No sé si está esta historia en el Blog, pero si no, convendría recordarla para conocimiento de la gente más joven. Osados los ha habido siempre. Saludos
Muy buenas,
EliminarMuchas gracias :) A ver si tengo un rato y escribo también esa reseña. La recuerdo bastante bien y hay muchos datos en Internet.
Un cordial saludo
Manolo